Un análisis de KPMG en México revela que la industria refresquera en México logró un crecimiento compuesto anual en el periodo de 2014 a 2018 de 2.09%.
La actividad económica de la industria refresquera ha enfrentado diversos retos en el mercado; por ejemplo el incremento de los precios del refresco por la aplicación del impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) en 2014, y no se afectaron significativamente los patrones de consumo de bebidas a largo plazo entre los mexicanos.
El aumento de precios a causa del IEPS fue casi el doble de la inflación del país, pues la inflación promedio del 2014 a 2018 fue de 22%, mientras que la inflación de refrescos y bebidas no alcohólicas fue de 40.3%.
El reporte de KPMG contempla la información proporcionada por casi 100 embotelladoras asociadas a la ANPRAC, incluyendo los grupos embotelladores más grandes de México; analiza diversos ejes clave en el sector para determinar el desempeño futuro de la industria como: el volumen de ventas, la generación de empleos, la inversión de activos, la participación en estrategias de responsabilidad social y ambiental,por mencionar algunos.
La industria cerró 2018 con un volumen de ventas cercano a 18,903 millones de litros de refresco, lo cual representa un incremento de 0.28% con respecto al año anterior. Lo cual muestra la lealtad del consumidor mexicano y la capacidad de toda la industria de ofrecer nuevos productos que se ajustan a sus necesidades.
Adicionalmente, una de las categorías con tasas de crecimiento más altas dentro de la industria es la de refrescos de cola no calóricos, con un crecimiento de 26.10% al cierre de 2018.
El total de empleos directos generados por esta industria ascendió a 131,396 personas al cierre del año 2018, lo que representa aproximadamente 3.43% del total de empleos en las industrias del sector de manufactura. De los más de 3.82 millones de empleados en la industria manufacturera del país, aproximadamente uno de cada 34 es originado por la industria refresquera.
La inversión en activos fijos de 2012 a 2018 fue de 79,842 mdp, con una tendencia de crecimiento consistente a lo largo de los años y una tasa de crecimiento compuesto anual de 11.19%. Al cierre de 2018, la inversión incremental acumulada en activos fijos ascendió a 12,607 mdp y dicha inversión ha sido estable a lo largo de los últimos años.
La industria refresquera reformuló su portafolio, logrando reducir 7.2% el contenido calórico de sus productos en seis años. Actualmente, una de cada dos bebidas es baja o sin azúcar, con una reducción de hasta 50% en contenido calórico.
En los últimos seis años, la industria refresquera ha invertido más de 1,300 mdp en iniciativas de cuidado a la salud, medio ambiente, atención social, educación, desastres naturales, entre otras.
Fuente: KPMG